miércoles, 3 de enero de 2007
CRONICA DOMINICAL
Normalmente es así: llega el domingo por lo general con esa manchita de la promiscuidad aun tibia entre los calzoncillos. Un baño rápido, un desayuno Lesamiano para reponer el cuerpo después de la faena, ahora un poco mas limpio, no mucho, se necesita mas que agua y jabón para arrancarte esa mugre que has agarrado con los años. Sea como sea vas hasta donde tus vecinos y pides prestado el suplemento dominical, una rutina que has ejercido por años, esperando que algún día ocurra el milagro de ver tu cara en el portada. Ya cómodo en el sofá, con el felpudo pequinés al que adoras mordisqueándote los pies, pasa una a una las paginas y allí apareciendo puntuales: Los viejos saurios de la ciudad bostezando sus aburridos discursos, su prosa remojada en el agua podrida de los floreros de la retórica , resultaría imposible en aquella pesadez literaria encontrar el emplumado confort que nos permita aflojar un poco el alma después de tantas desdichas. Paginas adentro en el mar de tinta como un salvavidas al tedio dominical la separata de los comics aparece, es el momento de reírse un poco del mundo con las aventuras del maravilloso perro de Charlie Brown y ese gato que como lasaña el que ya no te resulta tan divertido. Y entonces ocurre: en la pagina diez un bebe de letras da sus primeros pasos guiados por la pluma de uno de eso escritores nuevos, un muchacho desgarbado al que viste en una de aquellas lecturas “All Acces” en la biblioteca piloto del caribe ,esos maratónicos encuentro de atletas letrados haciéndose un lugarcito en el vomitado podium de la literatura local. Entonces empieza a leer, no puedes evitar cierta envidia, cierta amargura al pasar saliva que no sea tu nombre el que aparece antecediendo la promisoria crónica, que no sean tus historia, tus personajes enfermizos y travestidos los que ciñan la corona de laureles.Pero ha bastado con leer unos párrafos de ese novel escritor para que sueltes una carcajada diabólica que hace que tu pequeña mascota corra nerviosa a esconderse, porque eso es lo que esta nueva generación de escritores produce: risa!, no son precisamente la piedra en tu tacón , cierta torpeza aun los impulsa y los hace ir de narices contra el pavimento de las letras, y es que los caminos de la literatura deberían ser tan estrechos como los que conducen a la salvación, no todos deberíamos gozar de tales privilegios, porque tal vez escribir mal sea otra forma de pecado.Así empiezan casi siempre tus domingos, esta vez una llamada telefónica te pone al tanto de que probablemente tu obra será publicada dentro de poco, tus textos: indefensas criaturas de laboratorio sin piernas y sin ojos, no dejas de sentir cierto miedo, maricon lengüilargo que te haces llamar escritor, habrá entonces que arriesgarse poner el culo para que te lo escupan o lo besen.
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